No es fácil

 

    Con una fenomenal vista, alejada de la Ciudad de la Esperanza por algunos miles de kilómetros, se encuentra rete escondida la pródiga ciudad de Valleys City. Para llegar a esta hermosa ciudad es necesario pasar varias, muchas horas, en autopista y manejar a una velocidad constante para no perder lo poco o mucho de trasero que tengas.

    La nada famosa ciudad de Valleys City es famosa por sus ingenios azucareros de exportación. Actualmente en estos centros, sus capacitados y guapos ingenieros trabajan en la elaboración de azúcar líquido porque resulta más barato que el estándar, aunque es necesario buscar el empaque adecuado para enviarlo a viajar kilómetros y kilómetros para exportarlo sin problema.

    Fuera de ahí, la vida no es fácil en este rincón del universo. No es fácil encontrar trabajo si no eres mujer, no es fácil si no dominas el inglés, no es fácil si en este momento sólo cuentas con 37 dólares canadienses y sólo 7 litros de gasolina mexicana, no es fácil si la fauna de la región te quita el sueño, no es fácil si te prometen empleo hasta dentro de tres meses (y mientras, ¿de qué voy a vivir?).

    No es fácil si las sopitas maruchan empiezan a escasear, no es fácil [absolutamente nada fácil] si estás lejos de quien amas y que, aunque se haga pendejo, también te ama.

    No es fácil cuando no te llevaste algo a la boca para que mañana sí tengas algo que engullir. No es fácil si te rompieron el tubo del agua y no traes más que un par de garras porque querías viajar ligero. No es fácil si ya te llegó el cobro del suministro del vital líquido por CAN$ 4.00, menos fácil resulta si no tienes TV, tampoco es fácil si tienes que pagar el interné a CAN$ 1.20 la hora.

    Ya no es fácil siquiera escribir, pero sí es fácil luchar por lo que quieres. Darte ánimos y soñar es gratis, pensar que faltan 27 días para volver a casa por tus cosas es fácil, contarte esto no lo es, pero es fácil imaginar que compartes conmigo el sentimiento de salir adelante y cumplir la promesa. Es fácil darte por vencido y pretender que la familia te espera, es difícil reconocer que nadie me dijo que todo saldría perfecto y, sin embargo, sigo luchando para poder subsistir, para dejar mi marca personal en este y en todos los puntos del universo por donde tenga que pasar. Pero nada de esto es fácil, fácil sería si estuvieras aquí.

"SI NO ME QUERÉS, TE CORTO LA CARA
CON UNA CUCHILLA, DE ESAS DE AFEITAR.
EL DÍA DE LA BODA TE DOY PUÑALADAS,
TE ARRANCO EL OMBLIGO Y MATO A TU MAMÁ".

("La Cuchilla", canción popular colombiana)